Si un programa no fuera más que una lista de órdenes a ejecutar de forma secuencial, una por una, no tendría mucha utilidad. Los condicionales nos permiten comprobar condiciones y hacer que nuestro programa se comporte de una forma u otra, que ejecute un fragmento de código u otro, dependiendo de esta condición.
Aquí es donde cobran su importancia el tipo booleano y los operadores lógicos y relacionales.
La forma más simple de un estamento condicional es un if (del inglés si) seguido de la condición a evaluar, dos puntos (:) y en la siguiente línea e indentado, el código a ejecutar en caso de que se cumpla dicha condición.
fav = “mundogeek.net"
if fav == “mundogeek.net”:
print (“Tienes buen gusto!”)
Vamos a ver ahora un condicional algo más complicado. ¿Qué haríamos si quisiéramos que se ejecutaran unas ciertas órdenes en el caso de que la condición no se cumpliera?
if fav == “mundogeek.net”:
print “Tienes buen gusto!"
else:
print “Vaya, que lástima”
Vemos que la segunda condición se puede sustituir con un else (del inglés: si no, en caso contrario). Si leemos el código vemos que tiene bastante sentido: “si fav es igual a mundogeek.net, imprime esto y esto, si no, imprime esto otro”.